La dictadura franquista, se puede dividir en cuatro etapas fundamentales [S1], [I1]:
El totalitarismo (1939-1950)
Es la época más autoritaria de la dictadura [E1]. Tras el final de la guerra, Franco rápidamente se embarca en una lucha contra la oposición política, a través del uso de propaganda, censura, y leyes como la de Responsabilidades Políticas (1938), la de la Represión de la Masonería y Comunismo [E1], [E2], [E3] y la de Seguridad del Estado (1940). Se imponen durísimas represalias a quienes se enfrentan al régimen, de hecho, los encarcelamientos y las ejecuciones son constantes. Durante la II Guerra Mundial, España declaró su estado de no beligerancia, a pesar de su afinidad con las fuerzas fascistas. Cuando éstas perdieron la guerra, Franco comenzó a distanciarse de Italia y Alemania, abandonando progresivamente el uso de símbolos fascistas y su ideología totalitaria para evitar la desaprobación del extranjero. Esto no lo salvó de las repercuciones internacionales: en 1946, las Naciones Unidas castigaron a España a través de un boicot diplomático [E1], que aisló a España del resto del mundo. En respuesta al aislamiento, Franco concentró todas sus energías en hacer al país autosuficiente [S1]. Esta táctica se conoce como la autarquía[I1], [F1].
La apertura al exterior (1951-1959)
La situación geográfica estratégica de España contribuyó en gran medida a que terminara el aislamiento del país[S1]. La Falange pierde poder dentro del gobierno, en favor de la entrada de tecnócratas y miembros del Opus Dei[I1], [E1]. A nivel popular, comienza a surgir una visible resistencia al régimen a través de las primeras revueltas estudiantiles y de trabajadores.
El despegue económico (1959-1973)
El año 1959 viene marcado por una fuerte crisis económica que obliga a Franco a reconsiderar su política. El carácter autoritario deja paso a una mayor flexibilidad. El énfasis del régimen en esta época se basa en el desarrollo económico. Para mejorar la situación del país, Franco pone en marcha su Plan de Estabilización (1959), cuyo objetivo es luchar contra la inflación, incentivar el ahorro y comenzar la apertura del mercado español. Los Planes de Desarrollo de los años 60 impulsaron la creación de sectores industriales e incentivaron la exportación. Todo esto generó una etapa de intenso crecimiento que se conoce como el milagro económico [F1].
El periodo de inestabilidad (1973-1975)
Los dos últimos años de la dictadura se caracterizan, por un lado, por la inestabilidad, y por otro, por la concesión de un grado de libertad cada vez mayor al pueblo. A nivel económico, 1973 marca el comienzo de un bajón económico debida a la crisis del petróleo. A nivel político Franco entra en una etapa de declive en su vida. En 1973, el almirante Carrero Blanco [E1], [I1] es nombrado sucesor de Franco. Seis meses después, es asesinado por ETA [E1] en un atentado. El gobierno reacciona endureciendo sus medidas represivas. A pesar de sus esfuerzos, el aparato franquista claramente pierde poder. Franco muere el 20 de noviembre de 1975 [F1] y, a falta de un sucesor efectivo, se ponen fin a 36 largos años de dictadura.