TEMA: DESARROLLO y SUBDESARROLLO
FINALIDAD:
El módulo promueve y desarrolla:
1. Una mayor comprensión de la realidad social.
2. Una mayor conciencia de la diferencia económica que existe en las distintas áreas del planeta.
3. Una mayor conciencia del comportamiento que puede facilitar el proceso de desarrollo económico.
OBJETIVOS:
CONOCIMIENTOS:
1. De las distintas realidades existentes.
2. De las causas históricas de la diferencia entre los países económicamente desarrollados y los países más atrasados.
3. De los modelos teóricos de desarrollo.
4. Del concepto y definición de desarrollo.
CAPACIDADES:
1. De análisis crítico, interpretación y comparación entre distintas realidades socioeconómicas en el espacio y en el tiempo.
2. De individuación de las causas del desarrollo y subdesarrollo en las varias realidades territoriales.
3. De aplicación práctica de algunos modelos teóricos.
4. De reflexión critica sobre la “aplicabilidad” y la objetividad de los modelos económicos.
REQUISITOS PREVIOS:
1. Conocimiento de los conceptos macroeconómicos de base vinculados a la política monetaria.
2. Conocimiento de los conceptos de base vinculados a la política económica (Producción, Inversiones, Multiplicador de la renta...)
3. Conocimiento de algunos conceptos fundamentales de economía internacional (el comercio internacional y los tipos de cambio).
USUARIOS: Jóvenes de 16-19 años. Durante los últimos tres años de la enseñanza superior.
BREVE HISTORIA ECONÓMICA DE ÁFRICA:
Que es el imperialismo?
La palabra “imperialismo” se volvió popular a partir de un estudio de 1902 del economista inglés J.A. Hobson, del título exactamente imperialism.
Representa una fase económica entre el 1800 y la primera mitad del 1900, período de impetuoso aumento demográfico y industrial en Europa. En ésta época la capacidad productiva de los estados europeos principales excedía gradualmente la de consumición, rindiendo necesaria la búsqueda de nuevas y más anchas salidas para las mercancías y los capitales. También se buscaban nuevas fuentes de materias primas con costes más baratos para sostener la producción en aumento.
El elemento económico- industrial se asocia, para determinar los presupuestos de la carrera colonial, un vigoroso impulso emulador en comparación con Inglaterra, que con su ancho empero tenía el primado económico del mundo. De aquí la convicción que una política de potenza nacional no podría prescindir de la adquisición de un empero colonial.
Sin embargo, todo esto no explica totalmente el ímpetu que, en la segunda mitad del siglo XIX, tuvieron los estados europeos en lanzarse en la carrera para el acaparamiento de los territorios africanos.
A los principios de la carrera colonial, de facto, África tenía una importancia limitada para los inversionistas y los mercantes europeos, con respecto de América, el Nuevo Mundo.
Además no se debe olvidar que no se sabía bien cual era la cantidad y la colocación geográfica de los recursos africanos. De facto, como se verá más adelante, el elemento que desató la repartición del territorio africano, fue la convicción que los intereses europeos en África se volvieron con el tiempo totalmente incompatibles con las características de la organización político-económica indígena.
Las conquistas
Antes de los europeos, la primera importante presencia externa en África fue la árabe, comenzada con la conquista de Egipto de parte de los árabes en el 639 y acabada poco menos que un siglo más tarde, con la conquista de casi toda la región norteña del continente, del Marruecos a la península del Sinaí.
El principio de la presencia europea en África data del 1415. En ese año los Portugueses sutraeron a los marroquíes el puerto de Ceuta, avanzado para la exploración de las costas africanas del Atlántico, en alternativa a las rutas hacia Asia que pasaban por el Mediterráneo y la vía de la seda. Por aproximadamente un siglo la presencia europea en el continente africano coincidió con ése portugués.
El descubrimiento del Nuevo Mundo en el 1492 produjo consecuencias notables en la dinámica de la presencia europea en África: de hecho pone las premisas del bosquejo lucrativo de los africanos esclavizados en las Américas, que recibirá un fuerte impulso de la presencia británica en el norte de América (a partir XVII del siglo).
El Portugal no tenía casi rivales en el comercio africano (que hasta la abolición de la esclavitud, encuentra en la tratas de los esclavos su actividad principal) hasta 1580, año en el cual los comerciantes holandeses, que disponían de naves y de técnicas de navegaciones mejores, hicieron su comparición en el continente africano. En la primera mitad del siglo XVII, la Compañía de las Indias aniquiló la potencia portuguesa en el Océano Índico, y lo mismo pasó por la Compañía de las Indias occidentales en el Océano Atlántico, poniendo fin al monopolio comercial portugués, que conservó en África solamente Angola y el Mozambique.
Esto facilita, por otra parte, el asentamiento de compañías comerciales inglesas (En Costa de oro) y francés (en Senegal y Gambia). La firma voluntad de adjudicar el control del mercado africano desempeña un papel importante en las guerras que contraponen estos Países en el curso del los siglos XVII y XVIII.
El comercio triangular
Estos siglos coinciden con un fuerte aumento de la solicitud de esclavos por parte de las colonias británicas en América, demanda que, durante pocas décadas, va a sobrepasar la demanda europea.
Durante todo el siglo XVIII, el Océano Atlántico será cruzado por naves europeas que cubren las rutas del “comercio triangular”.
El circuito ve los barcos europeos hacer ruta hacia las costas africanas occidentales, en el trecho incluido entre Senegal y Congo, donde cargan esclavos, para reflotar a continuación hacia el Caribe. Aquí se venden a los esclavos (antes en el mercado sudamericano, y luego en las colonias británicas del sur en medida más y más creciente). Los ingresos se vuelven a invertir en la compra de productos locales. Éstos, estibados en los mismos barcos, son llevados a Europa y vendidos. De aquí, el curso puede reiniciar otra vez.
El sistema se basa en el intercambio de tres bienes principales: el azúcar, el ron y los esclavos. Los destiladores europeos producen el ron con el azúcar del Caribe. Los barcos de esclavos europeos, llegados a las costas de África, intercambian el ron con los esclavos. Éstos, a sus vez, son intercambiados en América con el azúcar de los Caribes y con el algodón de las colonias británicas. El algodón, vuelto a Europa, sirve para aprovisionar la textil, principalmente inglesa.
El impacto demográfico de la trata de los esclavos sobre el continente africano sigue siendo un argumento aún controvertido. Las estimaciones más atendibles evalúan alrededor de 10-12 millones el número de esclavos que dejan África entre los siglos XV y XIX. Está controvertido el impacto sobre la dinámica demográfica africana: se estima que, si esta hemorragia no hubiese ocurrido, en 1850 el continente africano tendría 50 millones de habitantes, en vez de los 25 reales.
El comercio triangular 2
Hacia la mitad del siglo XIX, en buena parte de los Estados europeos se desarrolla una creciente aversión a la esclavitud, empezada durante el siglo anterior, que asume las características de una condena moral generalizada. A partir de 1770 la esclavitud se suprimió en los territorios metropolitanos de Gran Bretaña, Portugal y Francia; más tarde, se suprimió oficialmente en las colonias también, en las francesas en 1794, en las británicas en 1833 y en los Estados Unidos en 1863; en 1888, finalmente, Brasil, el último estado, publicó la abolición.
La fin de la esclavitud y la repentina sustitución de la trata de los esclavos con el comercio legítimo, modifica radicalmente la situación geopolítica. El agotamiento de la trata priva, en efecto, las monarquías africanas de un importante, o vital, fuente de ingresos. Al mismo tiempo las autoridades africanas se revelan incapaces de volver sus sistemas políticos económicos y fiscales funcionales a la nueva solicitud de productos de exportación. A menudo, el comercio se encarga a pequeños productores locales, incapaces de hacer frente a la demanda exterior.
Europa pide nuevos productos, como los cacahuetes del Senegal, carreteras, ferrocarriles, productos que las aristocracias africanas no están en condiciones de ofrecer. Eso condujo los Gobiernos europeos, presentes en África desde hace siglos, a organizarse en fuerzas militares para la tutela de sus intereses económico-comerciales. Estas fuerzas militares llevarán, en menos de cincuenta años, a la repartición del continente entero.
El congreso de Berlín
El congreso de Berlín (1884-85), convocado por Alemania y por Francia representa el triunfo de la política de la repartición. El acto final de la conferencia, en 1885, fija las adquisiciones efectuadas en África por los Estados europeos, disciplinando además las modalidades que los Estados europeos tendrían que seguir para aumentar sus posesiones. Éste va a dar un ulterior impulso la colonización del territorio africano., porque la legaliza y la regula.
A la víspera de la Primera Guerra Mundial la ocupación del entero continente africano ha concluido, con la excepción de Etiopía, conquistada por Italia en 1936.
Hay notables diferencias entre Francia y Gran Bretaña, las dos principales potencias colonizadoras, en términos de estilo de Gobierno de las respectivas colonias. En el imperio colonial francés, articulado en núcleos territoriales, hay tentativas de asimilación de los colonizados, a través de la escuela en francés, del servicio militar, de la inclusión de los africanos en la administración, etc. Por otra parte, sin embargo, no faltan episodios autoritarios y de represión, frente a las poblaciones locales.
Los ingleses, al contrario, adoptan una actitud más flexible: reducen los gastos administrativos, encargando para eso a los jefes indígenas, sin dar impulso a la urbanización, dejando la enseñanza primaria a los misioneros y sin ponerse el problema de la asimilación de las poblaciones locales.
Estas diferencias desempeñarán un papel considerable en las modalidades de los procesos de independencia.
Las Guerras Mundiales
La grande guerra no produce en África cambios territoriales comparables a los de las décadas anteriores, con excepción de la desmembración del imperio colonial alemán entre Francia y Gran Bretaña. Se creó así un sistema de mandatos, con el cual la Sociedad de las Naciones encarga las potencias victoriosas a la gestión de los territorios de los vencidos. El principio del mandato pretende reconciliar el principio imperialista de la sujeción de las poblaciones “inferiores”, con el principio de Wilson que propone el autodeterminación de las poblaciones. Se pretende graduar el nivel de injerencia del mandatario, a segunda del grado de madurez de las poblaciones sometidas.
Las esperanzas de una gradual desaparición de los regímenes coloniales están destinadas a seguir siendo solamente un sueño. En efecto, sea en el primero que en el segundo posguerra, en Europa se examina la prioridad de reducir los gastos considerables necesarios para la gestión de las colonias, sin olvidar el aumento de los gastos públicos vinculados a los conflictos en las colonias. A todo eso, se suma la conciencia, madurada en los años 30, que las colonias son, para los países conquistadores, mercados privilegiados. Sobre la prosperidad de las colonias se pueden reactivar las economías nacionales europeas. En este periodo, de facto, el comercio mundial conoció un largo período de contracción, debido a los conflictos y debido a la Gran Depresión.
Recordamos que los años 30 fueron caracterizados por un creciente proteccionismo comercial, consiguiente a la crisis económica internacional.
La repartición del Continente.
Entre las potencias europeas que contienden por el territorio africano, Francia y Gran Bretaña desenrollan un papel de primer plano. En la vertiente occidental del continente, por ejemplo, el Colonial Office inglés, decide emprender la conquista de la parte interior de la Costa del Oro, subestimando las capacidades de resistencia de los ashantis. Esta población local fue neutralizada solamente al principio del siglo XX, gracias a la ayuda del ferrocarril.
También los franceses se enfrentaros con una considerable resistencia local, en su avanzada hacia el Alto Senegal, a lo largo del Níger. Poco después, Gran Bretaña, convencida de la importancia estratégica de la región, ocupa el bajo Níger y el Gambia. La ordenación territorial final del sector occidental verá Francia controlar un territorio tres veces más ancho que las posesiones británicas contiguas. Sin embargo, las posesiones francesas están en gran parte distante de las principales carreteras comerciales, mientras las británicas son zonas costeras más rentables.
En África occidental también nacen y se extienden las colonias fundadas por los esclavos liberados, como la Sierra León, el Gambia, Gabón y el Liberia.
Gran Bretaña es el principal protagonista de la extensión colonial en África, llegando a controlar al final de 1700, la colonia del Capo de Buena Esperanza en Sur África. A los colones bóeros fue dejado el control de los territorios interiores.
Sin embargo la situación cambia con el descubrimiento de ricos yacimientos de diamantes. Este descubrimiento da el principio a una larga serie de enganches militares entre Ingleses y el Bóeros. Conseguirá la guerra anglo-bóera del 1889, que llevará los territorios ricos en yacimientos bajo el control inglés.
Los procesos de independencia
Las primeras elites africanas que se formaron en las Universidades del viejo continente, empiezan a poner en tela de juicio la concepción arraigada de la superioridad europea y, en consecuencia, a poner en tela de juicio la soberanía colonial.
Después de las Segunda Guerra Mundial, la inserción del derecho a la autodeterminación en la Carta Atlántica, del1941, así como en la siguiente Carta de la ONU, del 1945, crearon grandes ilusiones en un grupo de dirigentes africanos: Senghor, Kenyatta, Touré, etc.
Al principio, los nacionalismos africanos sienten la influencia de Gandhi y de la doctrina leninista, como forma organizada para la movilización de masa. Dos corrientes culturales influyen el nacionalismo africano: el panafricanismo (movimiento político) y la negritud (movimiento cultural). Sobre todo a partir de los años 50 un creciente impulso a la descolonización llega de los EE.UU y de la URSS, ambos decididos en eliminar la presencia europea en África, en consideración de las nuevas organizaciones mundiales y de sus recíprocas “repartición” del mundo.
En África meridional, el proceso de descolonización es tardío, pero rápido. Comienza en el 1957 con la independencia de Ghana (antigua Costa de Oro), a la cual sigue en 1958 la Guinea francesa. En el 1960 obtienen su independencia 15 Estados, entre los cuales hay Nigeria, Congo, Senegal y Somalia.
El proceso de descolonización del Congo fue especialmente ensangrentado. En el 1960, tras la declaración de independencia, una sangrienta guerra civil estalló y la rica provincia mineras del Katanga tentó obtener la secesión. Esta tentativa fue fomentada por compañías de explotación belgas, que enviaron mercenarios.
Tras una larga batalla, sea Angola que Mozambique obtienen su independencia de Portugal en el 1975. La Unión Sudafricana permanece como el último fortaleza del poder inglés. Allí, desde los años cincuenta, el régimen del apartheid endureció. Parciales aperturas se produjeron finalmente, en los años ochenta, mientras que el Presidente Klerk intentó reducir algunos aspectos de la segregación y abrió una serie de negociaciones con el movimiento ante-segregacionista. Su líder, Nelson Mandela, fue elegido por la Presidencia del País en 1994, en las primeras elecciones democráticas.
LA ACTUAL GEOGRAFÍA ECONÓMICA AFRICANA
Los inmensos recursos
El territorio africano se conoce por sus inmensas riquezas de recursos naturales. Los pozos de petróleo en el norte y en el centro África, los recursos mineros de tantos países siempre han sido enormemente interesantes no solamente para las poblaciones locales, sino también para todos los que se alternaron en el control de estos territorios.
Hoy se asiste nuevamente a una fuerte competición internacional, para el acaparamiento de las materias primas africanas y de los accesos a los mercados. Los recursos energéticos como el petróleo son uno de los pilares que basan la Política Exterior de cualquier país.
El precio del petróleo bruto ha aumentado muchísimo, durante el último año, porque la demanda crece más rápidamente que la oferta. China e India son importadores netos de petróleo y pretenden garantizarse crecientes cantidades, firmando contratos a largo plazo con varios países.
Los EE.UU importan alrededor del 15% de sus necesidades energéticas de África, cuota que debería crecer hasta el 20%. Una de las mejores calidades de petróleo bruto se produce en África occidental, con costes de extracción muy bajos. Sin embargo, las reservas africanas son controladas por países que tienen los peores Gobiernos del mundo.
Por ejemplo Angola acaba de salir de una guerra civil que demoró varias décadas. Igualmente, la industria petrolera nigeriana, está frecuentemente saboteada por atentados terroristas y por secuestros.
Las ayudas financieras extranjeras no contribuyen a volver estos países más estables. Sin embargo, se observa que la situación va a mejorar ligeramente cuando los Gobiernos no controlan completamente la economía. En Nigeria el Estado administra todas las refinerías de petróleo, mientras que en Angola administra casi la totalidad del sector manufacturero.
China y África
Hoy África se ha convertido en el nuevo terreno de conquista para las potencias emergentes. Es el caso sobre todo de China, donde la rápida industrialización estimula el aumento de demanda de materias primas. Pekín asignó a sus empresas semi-publicas la tarea de penetrar en los mercados internacionales, para garantizarse el acceso a los recursos en el largo plazo. Eso llevó a la suscripción de acuerdos con:
1. Rusia para el petróleo
2. Australia para el uranio
3. Brasil para el hierro
4. Perú para el gas natural
Para garantizarse estos bienes, el Gobierno chino hace presión sobre incentivos financieros, como préstamos a bajo interés, el borrado de la deuda extranjera y grandes proyectos infraestructurales.
En 2005 las empresas chinas invirtieron alrededor de 600 millones de dólares en Zimbabwe, uno de los principales exportadores de platino. China, además, es la principal importadora de madera de Liberia e importa alrededor del 50% del petróleo producido en Sudan. China ayuda el Sudan surtiendo las instalaciones de extracción con sus tropas y, por otro lado, financiando el proyecto para la construcción de un dique. El Sudan desde 1999 empezó a producir petróleo, gracias a la intervención china. A la mitad de los años setenta ya se sabía que en el subsuelo sudanés había petróleo. Sin embargo la guerra civil impidió trabajar a las compañías extranjeras durante varios años.
A la mitad de los años noventa un consorcio controlado por la más grande compañía pública de petróleo china, la National Petroleum Corporation Cnpc, empezó la explotación del subsuelo en Sudan y construyó un oleoducto de 1.600 Km, para llevar el petróleo bruto hasta las costas del Mar Rojo.
El hecho de que las compañías chinas no tienen que responder de sus acciones y de sus posibles implicaciones en situaciones de guerra y de graves violaciones de los derechos humanos, a una opinión pública sensible a estos temas, ha seguramente favorito la estrecha colaboración entre Pekín y el Sudan.
Pekín ofrece, por otro lado, más inversiones de las compañías mineras del occidente, que se limitan a extraer las materias primas. Las empresas chinas ofrecen asistencia y subvenciones para la realización de infraestructuras. Además de adquirir titanio de Kenia, la China Bridge Construction Company construyó carreteras en Kenia, durante unos diez años.
China es consciente de que una buena red de infraestructuras mejora las capacidades de exportación de un país. Así que las empresas públicas chinas tienen ventajas en la financiación de obras públicas en los países africanos.
Hoy se puede decir que el volumen de los intercambios comerciales entre China y el continente africano ha cuadruplicado durante los últimos cinco años. Solamente en los primeros diez meses de 2005 las empresas chinas invirtieron en los países africanos un total de 175 millones de dólares.
India y África
Como China, India también necesita muchos recursos naturales. Sobre todo necesita el petróleo, y ha encontrado dificultades en importarlo de los países del medio este, para los conflictos presentes con el Pakistán musulmán. Actualmente importa el 16% de sus necesidades energéticas de África, principalmente de Nigeria. Delhi aún no ha conseguido los resultados de los chinos, pero ha entendido que para acapararse los suministros es necesario que su estrategia sea más fuerte. En el 2005 India concedió préstamos a bajo tipo de interés para 6 mil millones de dólares a países africanos, a cambio de derechos petroleros de importación. La Ongc, una compañía petrolera India, construyó un oleoducto en Sudan del valor de 250 millones de dólares, para garantizarse los suministros de petróleo bruto.
Rusia y África
En los últimos años se asistió la vuelta de Rusia a África. Éste está vinculado al aumento de los intereses económicos que la Potencia tiene en los recursos económicos africanos, sin contar el interés sobre los posibles mercados para sus exportaciones.
La industria extractiva en África es muy floreciente y ambicionada por muchos países industrializados. Por ejemplo el ya citado petróleo nigeriano o angoleño. Los tres mayores consumidores de gas y petróleo mundiales, es decir los EE.UU, China y Europa, son comprometidos en la importación de estos recursos de África.
Rusia, al contrario, no tiene mucho interés por esta importación, puesto que es uno de los más grandes productores mundiales de combustibles fósiles.
¿Entonces, cuál es su interés en África?
En primer lugar, Rusia está interesada en colaborar con los países productores del mundo entero, con el fin de crear formas de colaboración y políticas de ventas comunes, con el fin de establecer precios coherentes. El control impulsado por Rusia es entonces más sutil: en forma de colaboración, oculta la tentativa de influir sobre las políticas de venta (cantidad, precio, compradores) de los países africanos.
Además de a los combustibles fósiles, Rusia y África se unen en la producción de otras materias primas muy importantes: diamantes, platino y uranio, que se vuelve cada vez más importante como alternativa al petróleo para la producción de energía.
Estos últimos recursos pueden sobre todo interesar Rusia para una posible importación, con el fin de reforzar su posición dominante en el mercado mundial de la energía.
Rusia busca entonces la colaboración de los países africanos, para convertirse en el líder mundial en cuatro mercados estratégicamente importantes: gas, platino, diamantes y uranio.
Por otro lado, en África hay mercados secundarios de materias primas muy deseables para Rusia: aluminio (bauxita), acero, níquel, cobre, carbón. África ofrece ocasiones de extensión para los productores rusos. Además África tiene recursos que en Rusia son insuficientes, como el manganeso (presente en Sudáfrica; y la bauxita, en Guinea y el Congo).
África es importante para Rusia porque, desde el punto de vista de la competición internacional, las empresas extractivas rusas pueden desarrollarse solamente a través de las instalaciones africanas. Las empresas rusas están realizando varios planes de inversión: la Rusal, en febrero 2006, adquirió la única instalación de fusión del aluminio en Nigeria. Al mismo tiempo está invirtiendo alrededor de 350 millones de dólares para la reconstrucción del Fria, una fabrica de aluminio en Guinea. La Alrosa, el monopolio ruso de los diamantes, tiene la mitad de la sociedad de gestión del más importante establecimiento de extracción de diamantes de Angola, con un volumen de asuntos de cerca de 400 millones de dólares. En el mes de julio 2006 Evarz, un grupo industrial ruso, se convirtió en uno de los primeros accionistas de la sociedad sudafricana Vanadium Corporation, preparándose a convertirse en el líder mundial en la extracción y comercialización del vanadio. Lo mismo está pasando a la sociedad rusa Norislk, en ascensión en el mercado mundial del níquel.
¿Y las exportaciones rusas a África?
El interés ruso más grande sería convertirse en uno del los más importantes exportadores de bienes y servicios tecnológicamente avanzados en el tercer mundo. Ése permitiría a Rusia convertirse en esencialmente monopolista, en un mercado desprovisto de productores locales y poco interesante para los otros países industrializados. Hay algunos Estados africanos con índices de crecimiento del PIL de 6-7% anuales. Se puede esperar que estos índices de crecimiento lleven algunas economías africanas (Angola, Congo, Ghana, Tanzania) a hacer el salto de calidad, que ya han hecho los tigres orientales (Malasia, Tailandia).
Y entonces Rusia quiere encontrarse lista para exportar lo que estos países pedirán, como bienes a alta tecnología, o como instrumentos de defensa militar. África meridional representa, también, uno de los mercados más prometedores para la industria farmacéutica y los servicios y los equipamientos médicos.
Crecimiento y desarrollo
Se calculó que el consumo medio de recursos de un habitante de los Estados Unidos resulta igual al consumo de 60 habitantes de la India, al de 160 tanzanos o de 1100 ruandeses. Aún, cada año los Estados Unidos consumen, para el aire acondicionado, la misma cantidad de energía eléctrica que es utilizada por la totalidad de la población china (1,2 mil millones de habitantes).
Al comparar el alto nivel de bienestar de los países más desarrollados del planeta (Norteamérica, Europa Occidental, Japón) con el bajo nivel de los países con bajo desarrollo económico (África, Sudamérica), nos preguntamos porque la riqueza se haya distribuido de manera así diferenciada. ¿"Porqué los países del tercer mundo no se consiguen empezar los procesos de acumulación del capital y de crecimiento de la renta, que permitieron a las economías occidentales obtener altos niveles de renta?
Estos problemas son estudiados por un ámbito específico de la economía, la economía del desarrollo, que se propone de:
- Explicar las causas de los bajos niveles de renta per cápita en las economías atrasadas;
- Indicar estrategias dirigidas a la superación de esto estancamiento económico, para reducir los niveles de pobreza y empezar el proceso de crecimiento.
La idea de “crecimiento” no corresponde exactamente a la idea de “desarrollo”. Aunque comúnmente los dos términos a menudo se emplean como sinónimos, en economía asumen un significado diferenciado. Hay crecimiento cuando aumenta el PIB en un País. Hay desarrollo, cuando aumenta la renta per cápita, individual, en un País. Este dato es muy importante, especialmente en las economías que tienen un PIB per cápita inferior a un dólar al día.
El crecimiento no implica siempre el desarrollo. Los dos conceptos están relacionados, pero para conseguir desarrollo, no basta el crecimiento; es necesario que éste sea acompañado por una distribución de la riqueza extendida entre la población. Para que el desarrollo se extienda, es necesario, pues, que el crecimiento de la economía esté acompañado de modificaciones cuantitativas que cualitativas del sistema económico. Las modificaciones cualitativas se refieren a las condiciones materiales de vida, a los aspectos sociales, civiles y culturales que caracterizan las sociedades. Se habla entonces de “calidad de vida”.
No está claro, entre los economistas, cual sea el nivel umbral de la renta para indicar la situación de pobreza. Ni están claros los aspectos que hay que considerar para evaluar si un País se encuentra en una situación de desarrollo o de subdesarrollo.
EL DESARROLLO ECONÓMICO:
Concepto de desarrollo económico
Entre los objetivos de la política económica no entra solamente la tarea de reducir las fluctuaciones cíclicas, a través de intervenciones de política anticíclica, sino también la tarea de favorecer el desarrollo económico. El desarrollo económico y social de un país puede realizarse solamente en el largo plazo, puesto que implica el aumento de sus potencialidades productivas.
Para lograr este objetivo, es necesario adoptar medidas de política económica de largo plazo. Sin embargo, la resolución de problemáticas coyunturales y de desarrollo implica un análisis dinámico de los factores macroeconómicos. Lo que cambia es el horizonte temporal que debe tenerse en cuenta:
- Las intervenciones de tipo coyuntural abarcan breves arcos de tiempo (dos, tres años), puesto que se proponen utilizar plenamente las estructuras productivas presentes (fijas)
- La política de desarrollo se realiza, al contrario, durante un tiempo mucho más largo (algunas décadas). Por ejemplo el proceso de industrialización europeo demoró varias décadas.
Está claro que existen estrechas relaciones entre los objetivos de breve o de largo plazo. Si, en efecto, la producción no sufre bruscas oscilaciones cíclicas, podrá extenderse con un ritmo regular y crecerá en el futuro. Al contrario, la permanencia de largas fases depresivas puede generar graves pérdidas en la actividad económica y causar la destrucción de las capacidades productivas.
Los indicadores del desarrollo
Son los parámetros utilizados para medir la cantidad y calidad de sus manifestaciones. Son de dos categorías:
- Económicos
- Extra-económicos
Indicadores económicos del desarrollo
Un parámetro que se emplea generalmente en la medida del desarrollo es la RENTA NACIONAL. Naturalmente la renta nacional tiene que ser calculada en valores a precios constantes, puesto que es necesario purificar el resultado de sus variaciones puramente monetarias, causadas por la inflación. Se llama TIPO DE DESARROLLO el porcentaje de variación anual del producto bruto a precios constantes. El crecimiento de la renta global, en sí, no sería un verdadero índice de un mejor bienestar económico, si no se tuviera en cuenta la situación DEMOGRÁFICA existente. Si por ejemplo, en el curso de diez años, el producto interior bruto aumenta del 16%, mientras que la población del país aumenta del 20%, la renta per cápita, disponible para cada habitante, sería inferior. Entonces la medida más correcta y más atendible, para evaluar el crecimiento económico de un país, es la RENTA MEDIA PER CÁPITA, y no es la renta nacional global.
Límites del indicador de la renta media per cápita.
La renta media per cápita, sin embargo, no es un indicador perfecto, y tiene sus desventajas.
1. No incluye bienes y servicios que no están incluidos en la contabilidad nacional. Así no incluye el valor de los servicios domésticos, los daños causados por la contaminación, el progresivo agotamiento de los recursos naturales.
2. Los servicios prestados gratuitamente por la pública administración, que no son evaluables al precio de mercado, se calculan al valor de las remuneraciones pagadas a los empleados públicos. Esta valorización contable puede promover evaluaciones erróneas.
3. No representa un indicador fiel de un difuso bienestar nacional. No es cierto que un aumento de la renta per cápita, en el largo plazo, indique necesariamente una mejoramiento generalizado de la calidad de vida. En efecto se trata de un valor MEDIO. Los desequilibrios en la distribución personal y territorial de la renta nacional son bastante frecuentes y no son indicados por la renta media per cápita.
Indicadores extra - económicos del desarrollo.
Es necesario observar que el bienestar, en el sentido de progreso social y civil, (y no solamente económico) puede manifestarse por muchos elementos que no se prestan a una medición. Se trata de ÍNDICES CUALITATIVOS del desarrollo, que pueden ser:
- la tasa de desempleo
- el tiempo libre disponible por ciudadano
- el nivel de contaminación
- la duración media de la vida
- la porcentaje de mortalidad infantil
- los porcentajes de escolaridad y analfabetismo
- la funcionalidad de los servicios sociales
- otros...
Los factores que contribuyen al desarrollo
Los factores determinantes del desarrollo son:
- la fuerza-trabajo, o sea la cantidad de personas que pueden trabajar
(L)
- la presencia de capital (K)
- el progreso tecnológico (t)
La función del desarrollo es similar a la función de producción en el largo plazo y se puede indicar así:
Y = f (L, K,t)
entonces el crecimiento de la renta en el largo plazo depende del aumento de la fuerza trabajo (Labor), de la acumulación del capital (Kapital) y el progreso tecnológico, (es decir, los conocimientos científicos aplicados a las técnicas productivas).
El crecimiento de la fuerza trabajo y la acumulación del capital
la posibilidad de aumentar la fuerza trabajo está vinculada a dos factores:
al aumento de la población activa: que depende de la tasa de crecimiento demográfico
al aumento del empleo : que depende del aumento de la instrucción profesional y de la calificación, así como de la especialización técnica.
Con el progreso tecnológico continuo, la solicitud de trabajo especializado tiende a aumentar.
Al contrario, la acumulación de capital se refiere a las inversiones, efectuadas en un determinado plazo de tiempo en un país, que han aumentado la cantidad de las estructuras productivas existentes.
Estas inversiones son empleos de riqueza, que generan sus efectos sobre la producción en el curso de varios años. Considerando la duración de las estructuras productivas, el importe de la disponibilidad de capital nacional es mucho más elevado que el flujo de la renta que ése permite crear en un año.
Se llama coeficiente medio de capital la relación entre el valor de la disponibilidad de capital en un país y el valor de la producción anual
v = (disponibilidad de capital) : (producción anual)
es decir v = K : Y
Los más importantes factores que influyen sobre la acumulación del capital son:
EL AHORRO PRIVADO VOLUNTARIO, formado por las economías de las familias y de las empresas del país
EL AHORRO EXTRANJERO, formado por la parte de renta producida en los países extranjeros, que se invierte en la nación, por ejemplo las entregas de los emigrantes, las inversiones de las empresas multinacionales. Etc.
Los límites del desarrollo
¿Cuáles son los factores naturales que limitan el crecimiento del desarrollo económico?
El agotamiento de los recursos naturales : el problema de la escasez de recursos naturales está destinado volverse cada vez más dramático. Se piense en la posibilidad del agotamiento de los recursos energéticos y mineros (petróleo, carbón, metales...) necesarios para la actividad industrial. Se piense en el progresivo desarrollo de los desiertos debido a la sequía. El peligro no depende solo en el hecho de que los recursos son limitados, sino a la manera ciega con de utilizar los recursos.
el aumento demográfico: el aumento de la población pone ulteriores vincules a la utilización de los recursos naturales, pidiendo a todos nosotros una utilización más responsable.
la contaminación: si se considera la salud como un derecho de todos, es necesario preservar el recurso primario para nuestra existencia, la naturaleza. para garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar este derecho. Debemos acordarnos que la contaminación del aire, del agua etc. constituye un elevado coste social, que el progreso tecnológico tiene que reducir lo máximo posible. Este proceso no tiene que comprometer necesariamente la difusión del bienestar en los países en curso de desarrollo.
Tabla 1: Previsiones sobre el aumento de la población mondial en el 2050, variazioni en porcentajes con relación a 2004 (fuente: World Economic Outlook, 2004):
Superficies geográficas Variaciones %
Est Europa -26%
Sur Europa -14%
Norte Europa +5%
Oeste Europa 0%
Norte America +36%
Centroamérica +46%
Sur America +39%
Norte Africa +64%
Africa Central +158%
Sur Africa +122%
Asia Occidental +92%
Asia Centro-meridional +55%
Oceania +40%
EL SUBDESARROLLO: diferencia entre países ricos y países pobres.
En relación a la renta media per cápita, Se pueden agrupar los Estados del mundo en tres macro- áreas:
LOS PAÍSES DESARROLLADOS: su renta media per cápita sobrepasa los 5.000 dólares al año. Entre éstos hay algunos países exportadores de petróleo (Arabia Saudita, Emiratos Árabes...), los países de Europa centro-occidental, los EE.UU, el Canadá y el Japón.
LOS PAÍSES EN CURSO DE DESARROLLO: su renta per cápita media varía entre 1.000 y 5.000 dólares al año. Entre éstos hay algunos países de América Latina, Brasil, Argentina, México, Venezuela...), los Países de África septentrional, Argelia..., los de Extremo Oriente y el este europeo.
LOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS, cuya renta media per cápita es inferior a 1.000 dólares al año (y puede ser mucho inferior incluso!). Entre éstos, hay numerosos países de Asia, África y América Latina.
Las graves injusticias que separan los países subdesarrollados dal mundo industrializado no son causadas por la insuficiencia de los recursos del planeta tanto como por su injusta distribución. Y por su derroche.
Características y causas del subdesarrollo
El subdesarrollo es una CONDICIÓN determinada por el concurso de varias circunstancias (como la falta de capitales, el analfabetismo, etc.) que tienen como MANIFESTACIÓN más evidente un nivel de renta medio per cápita apenas suficiente (o NO suficiente) para satisfacer las necesidades de PURA SUBSISTENCIA.
Las características y las causas más determinantes del subdesarrollo son:
1. El bajo nivel de la renta media per cápita
2. Las desigualdades en la distribución de la riqueza (grandes diferencias entre ricos y pobres)
3. La insuficiente productividad agrícola (que en los países pobres es la actividad predominante), debida a la utilización de técnicas atrasadas.
4. La insuficiente productividad laboral en los otros sectores , diferentes de la agricultura. Éste es causado por la falta de inversión.
5. La insuficiente formación del ahorro. El bajo nivel de renta medio se gasta enteramente para cubrir las necesidades primarias y no se ahorra para consumos futuros o inversión.
6. La dependencia tecnológica respecto a los países más desarrollados.
Cáracteristicas y causas (sigue)
Causas naturales:
Algunos economistas asignan la principal responsabilidad de la pobreza africana a las desfavorables condiciones naturales: la falta de recursos energéticos, las condiciones climáticas difíciles, la insuficiente productividad del suelo, la difusión de graves enfermedades, las condiciones geográficas no favorables y etcéteras.
En apoyo de esta tesis, se señalan las dificultades para cultivar las superficies desérticas y poco fértiles de África, la herida de algunas graves enfermedades, como malaria y SIDA, que ha afectado millones de personas, las dificultades, para muchos Estados del África continental, de acceso al mar y, en consecuencia, de participar activamente en los intercambios internacionales. Todo eso, sin embargo, no vale para la mayoría de los Países atrasados, que resultan ricos en minerales y en fuentes de energía y colocados en zonas que no están penalizas bajo el perfil climático o geográfico. Varios países africanos, por ejemplo, poseen considerables yacimientos de petróleo, oro o diamantes. A pesar de esto, no han conseguido superar su condición de subdesarrollo.
El exceso de población:
Una segunda causa de subdesarrollo que a menudo los economistas evidencian es la presión demográfica. Un País no consigue liberarse de su posición de retraso, se afirma, porque su población es permanentemente en exceso, con relación a los recursos disponibles.
Si, en efecto, el ritmo de crecimiento de la población es más rápido que lo de los recursos materiales a disposición, la consecuencia será la miseria y el retraso económico. De allí, el apremio que los Países desarrollados dirigen a los Países subdesarrollados, de revisar sus políticas demográficas, adoptando severas medidas sobre el control de la natalidad.
A estas tesis, pero, se opone otra opuesta, que retiene que el exceso de la población no sea una causa, sino un efecto del subdesarrollo. Será posible reducir el número de los nacimientos solamente después de que el País haya superado su condición de retraso. En efecto, los países actualmente desarrollados tienen un tipo de crecimiento demográfico muy contenido, pero en el pasado era similar o incluso superior al que se registra hoy en los Países subdesarrollados.
El colonialismo:
Una causa que puede explicar la persistencia del subdesarrollo en muchas áreas del Sur del mundo es la experiencia del colonialismo, que vio la soberanía sobre un ancho territorio de África, Asia y América Latina por parte de pocas potencias occidentales.
Muchos economistas piensan que el colonialismo haya causado daños incalculables, legitimando, anteriormente la explotación por parte de pocas naciones con grave perjuicio de las poblaciones de una gran parte del planeta, y sucesivamente dejando pesadas herencias de deterioro socio-económico y ambiental a los Países que finalmente se liberaron de la soberanía colonial. Los recursos naturales de los países colonizados han sido objeto de expoliación, que enriqueció el Norte del mundo e impidió al Sur desarrollarse autónomamente.
La explotación colonial ha quitado del territorio sometido todo lo que era posible lo más rápidamente posible, sin preocuparse salvaguardar las fertilidades de los suelos, cultivados demasiado intensamente, y sin preocuparse de evitar agotar los recursos del subsuelo o crear bienestar para las poblaciones sometidas.
El neocolonialismo:
Cuando las colonias obteneros su independencia, mantuvieron fuertes relaciones comerciales y políticas con las antiguas madres-patrias. Estas últimas ofrecieron ayudas, asistencia técnica y apoyo financiero, instaurando estables relaciones. Tales formas de colaboración permitieron, sin embargo, la continuación de la explotación, aunque en formas menos acentuadas de los tiempos coloniales.
En particular, se asistió a una progresiva agravación de la razón de intercambio de los Países atrasados, en favor de los económicamente más desarrollados. Si, por ejemplo, para adquirir un tractor eran necesarios 50 bolsos de café, el año siguiente era necesario ofrecer 60 bolsos y el año después 70 y así sucesivamente.
Además, la mayoría de los Países subdesarrollados tiene una estructura productiva orientada al monocultivo. Eso significa que la entera economía se basa en la producción de un único producto, por ejemplo él café u el cacao, o sobre una única actividad industrial, como la del cobre, de la extracción de piedras preciosas, etcéteras.
Esta estructura económica obliga el País a aceptar las condiciones impuestas por los Países ricos con los cuales negocia. Además, expone el País al peligro de encontrar una grave crisis económica. En el caso la producción de este producto determinado aplastara, por ejemplo a causa de una mala cosecha, el País tendría una crisis gravísima.
La pobreza
El Banco Mundial definió un parámetro internacional de pobreza, para compar los datos relativos a Países diferentes. El umbral de pobreza se fijó en un dólar per persona en PPA, o sea calculándoos los precios a Paridad de Poder Adquisitivo. Los precios se calculan empleando como parámetro básico de referencia los precios estadounidenses de 1995.
El PIB per cápita, sin embargo, aunque calculado considerando poder adquisitivo de la moneda, es un índice solo parcialmente eficaz para determinar el bienestar de un País.
En primer lugar porque el PI per cápita no tiene en cuenta las desigualdades en la distribución de la riqueza, desigualdades muy evidentes en algunos países. También no tiene en cuenta la economía sumergida, difícilmente calculable en términos de PIB.
Por estas razones la mayoría de los economistas completa los dados del PIB per cápita con otros indicadores de subdesarrollo, que indican el nivel de bienestar presente en un Estado.
Se considere, sin embargo, que no existen indicaciones oficiales sobre qué índice evaluar para obtener comparaciones "objetivas" entre Estados diferentes. Esta es la razón por la cual las investigaciones que ponen en comparación el nivel del desarrollo entre distintos Estados pueden variar entre ellas, según los distintos índices tenidos en cuenta.
LOS INTERESES SOBRE LA DEUDA HACIA EL EXTRANJERO:
Los varios límites al desarrollo incluyen el endeudamiento hacia los países que prestan el dinero. Los Países endeudados tienen que pagarlo poco a poco. Los intereses madurados sobre las deudas hacia el extranjero pesan mucho sobre el balance nacional. De los 40 Países con la peor relación deuda-extranjera/PiB, 27 están en el África meridional.
Mozambique 443% Nigeria 140%
Congo 366% Malí 131%
Guinea-Bissau 354% Camerún 124%
Somalia 284% Gabón 122%
Angola 275% Togo 121%
Sudan 262% Gambia 118%
Congo (R.D.) 255% Burundi 110%
Costa de Marfil 252% Centro África 103%
Mauritania 243% Etiopía 100%
Tanzania 207% Kenya 98%
Zambia 191% Ghana 95%
Malaui 166% Guinea 91%
Sierra León 160% Niger 91%
Madagascar 142% Ruanda 89%
Fonte: Banco Mundial
LOS CÍRCULOS VICIOSOS DEL SUBDESARROLLO:
Se afirma que un País económicamente atrasado no consigue desarrollarse porque sigue siendo víctima de "círculos viciosos", es decir, de un conjunto de condiciones negativas que están recíprocamente relacionadas e impiden el crecimiento.
El primer círculo vicioso se sustancia en el hecho que, cuando un País tiene una renta baja, tendrá un bajo tipo de ahorro y, en consecuencia, una baja capacidad de inversión y entonces una modesta producción. Así que, un País con una baja renta, a causa de la baja renta misma, tiene pocas posibilidades de aumentarla en el futuro. El segundo círculo vicioso concierne el modesto nivel tecnológico, debido a los insuficientes capitales destinados a la investigación científica. Las consecuencias son similares a las del círculo vicioso anterior, o sea una insuficiente renta al despegue económico.
Recientemente se estudiaron otros círculos viciosos que se producen en los Países económicamente más débiles.
Un primer círculo carga la responsabilidad del subdesarrollo a la condición de endeudamiento, a la cual se forzaron los Países atrasados, y sucesivamente las políticas impuestas por el FMI (Fondo Monetario Internacional) que crearon una situación de dependencia hacia la exportación, volviendo imposible una estrategia de desarrollo autónomo, o sea modelado sobre las posibilidades de cada País y realizado con sus solas energías.
Otro círculo vicioso es producido por el endeudamiento. El bajo nivel de los tipos de remuneración de los capitales que se crean, tras el aumento de la cantidad de moneda.
Eso tiene un doble efecto: desalienta el ahorro (y de consecuencia la inversión) y favorece la fuga de capitales nacionales en el extranjero. Según varios teóricos este último problema representó, y sigue representando, una de las principales causas de empobrecimiento de los Países endeudados: mientras que deben pagar pesados gastos para pagar las deudas contraídas y sus intereses, los capitales de las grandes familias del País son invertidos por la mayoría en el extranjero, determinando una ulterior paradoja.