El caló es una lengua de carácter principalmente oral procedente del
romaní [E1] [E2] [I3] [E4] (lengua aún hoy hablada en los Balcanes) y de las lenguas prácritas del
subcontinente índico. Hay quien afirma que el caló no se ha perdido del todo
sino que sigue siendo la lengua de los gitanos españoles, lo que sí es cierto
es que en el castellano de los gitanos españoles, y no solo porque como veremos
muchas palabras de uso común derivan del caló, hay palabras procedentes de esta
variante dialectal. Pese a los diversos estudios y leyendas, el caló se
presenta como una mezcla de gramática española y vocabulario romaní, que junto
al calão portugués-brasileño, al romanó catalán y al errumantxela vasco (éstas
dos hoy prácticamente extinguidas), forma parte de lo que se denomina “grupo
ibérico de la lengua romaní”, que en contacto con las lenguas como el
castellano o el catalán, se fraccionó primero en dialectos y en último en
lenguas neo-romaní. Esta variante ibérica no difería mucho del romaní pero sí
presentaba diferencias léxicas y un carácter más arcaico.
El caló parece ser el resultado de un proceso en el cual, el romaní
español, tras haber asimilado gradualmente la fonología, la sintaxis y mucho
del léxico del castellano fue abandonado a favor de una forma particular de
español donde sobrevivieron solo ciertas palabras romaníes específicas. Es
posible afirmar que exista un léxico básico propio del caló aunque se produzca
una mezcla de vocabulario o de pronunciación, dependiendo de las distintas
comunidades, muy frecuente con el castellano e incluso dentro de los términos
mismos del caló, por ejemplo “asobar” y “asornar” significan los dos "
adormecer".
Seguramente estos problemas surgen del carácter oral del caló y de la falta
de una norma común, de una gramática normativa capaz de reunir contradicciones
léxicas y fonéticas; por ejemplo el término “currelar” se encuentra como
“trabajar” y como “apreciar”, aunque la primera parece ser la más correcta. Por
otro lado es interesante ver como en castellano “currar” sea sinónimo de
trabajar y muchas palabras del caló entran en los cantes flamencos y en el
castellano de hoy en día (chaval, currelar, camelar, chungo...).