Referencias históricas
Los orígenes del flamenco [S1][S2] [S3] [S4] [E5] [F6], si bien envueltas de misterio, ocultismo y
confusión, se encuentran en los cantos y danzas populares de los gitanos que
vivieron en Andalucía hace muchos siglos.
La más creíble reconstrucción histórica fija en la India norte-occidental
el punto de partida del viaje de este grupo étnico que se difundió en el Asia
central, en el norte de África y en toda Europa. Poco tiempo después de su
llegada a España, cayó, en 1492, el último reino musulmán, el sultanado de
Granada. En este mismo año los monarcas españoles ordenaron la expulsión de
todos los judíos que se negaran a convertirse. Empezó así una dura campaña en
contra de las minorías religiosas (los musulmanes, los judíos y los gitanos)
cuya heterodoxia hacía peligrar el modelo de sociedad católica que impulsaban
los monarcas. Los rechazados de la sociedad española tuvieron que someterse a
la voluntad de la corona y perder su identidad. Los gitanos en la España de los
Reyes Católicos fueron obligados a abandonar su lengua, su forma de vestir y
sus costumbres bajo pena de muerte y destierro.
Entre los moriscos, los gitanos y los judíos se desarrolló una gran
solidaridad, siendo todos marginados y perseguidos por la dinastía aragonesa.
Cuando los moriscos fueron expulsados, los hospitalarios gitanos los acogieron
y del encuentro entre estas distintas culturas perseguidas, de su música, de
sus ritos y de sus costumbres nació el flamenco, símbolo de la compleja
integración entre Oriente y Occidente. En la pluralidad de elementos culturales
estratificados en el tejido cultural andaluz, además del gitano, se insertan
otros componentes: el árabe, a través de los estímulos melódicos llegados a
España después de la invasión de Islam, el judío con las sonoridades procedentes
de los rituales de las sinagogas y el africano, a través de los ritmos traídos
por los negros establecidos en Andalucía, presencia debida al comercio de los
esclavos.
Orígenes del término flamenco
El misterio de los orígenes del flamenco afecta el origen de la palabra
misma. Son muchas las teorías acerca de la procedencia del término
"flamenco", pero ninguna de éstas todavía está constatada.
Algunos investigadores defienden el origen árabe de la palabra, sosteniendo
que deriva de “felah–mengu", es decir, “campesino errante”. Lo que
desvaloriza esta suposición es el hecho de que cuando la palabra “flamenco” se
puso en circulación (a partir del siglo XVI), y a lo largo de las dos centurias
siguientes, sólo se refería a los habitantes de los Países Bajos o a los
soldados españoles de los regimientos de infanterías en Flandes y no a los
gitanos, ni al folklore. Y como el término con el sentido parecido al de hoy
apareció aproximadamente sólo en 1836, no resulta probable que se trate de una
derivación del árabe, ya que las últimas trazas del reino musulmán remontan a
la reconquista de Granada en 1492. Según otros estudios la palabra “flamenco”
procedería del argot de finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuyo
significado era “farruco”, valeroso, “fanfarrón”, valiente.